domingo, 24 de mayo de 2015

La hormona del amor y su lado oscuro...

Tanto la hormona del apego como la bebida disminuyen la ansiedad pero también aumentan la agresividad.

Las hormonas son mensajeros químicos que circulan a través de la sangre o que viajan de unas células a otras para transmitir información. Van respondiendo a las circunstancias y pueden tener funciones tan variopintas como regular el balance de agua, acelerar el ritmo cardíaco o incluso informarle al cerebro de que el organismo debería ir en busca de alimento, a parte, muchas de ellas son capaces además de modificar el comportamiento.


Precisamente, se suele decir que la oxitocina es la «hormona del amor» porque su función está asociada con el establecimiento de vínculos afectivos, especialmente entre amantes y entre madres e hijos. se puede decir que la oxitocina tiene unos efectos sobre el comportamiento muy similares a los del alcohol.


Para hacerse una idea de lo que ocurre con esta hormona se debe prestar atención a la forma de actuar de una persona que va con unas cuantas copas de más. En ese momento, los circuitos cerebrales (un conjunto de células nerviosas conectadas para desempeñar una determinada función) que normalmente son responsables de la inhibición social, disminuyen su actividad. Por ello, unas emociones tan importantes como el miedo, la ansiedad y el estrés pierden peso y el individuo «se desata».


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